“Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades”

(2 Tim 4,3)









sábado, 26 de septiembre de 2009

Que alguien me diga


En un día cualquiera de esos en que hace bastante calor, me encuentro sentado en un viejo banco y cobijado por un gran árbol. Tomo mi periódico y mientras lo voy leyendo, veo otra noticia sobre aquel amigo que fue tan coherente, al saber combinar lo que predicaba con lo que hacia. Que verdaderamente supo cumplir con la misión a la que Cristo nos llama. Amando al prójimo, “no a parte de este, sino a su totalidad”. Y que ahora después de enviarlo lejos por esto, todos lo llaman “enemigo de nuestra patria” o con un calificativo que me impactó de veras; que el solo es “un hombre enfermo”. La sorpresa no es tanto por la forma de llamarlo, sino por la persona que lo dice. Entonces vienen a mi mente varias preguntas:

¿Será que está mal denunciar la opresión al más débil? ¿Esta mal ser coherente a los principios y enseñanzas de aquel que nos dio la mayor muestra de amor? ¿Acaso esta mal promover la igualdad de todos los seres humanos? ¿Esta mal ver mas allá del color de la piel de las personas? ¿Está mal amar y defender a los despreciados y combatir a los que les maltratan?

Me detengo un poco en mi mar de preguntas y dudas, cruzo la pierna, doblo el periódico y trago fuerte pues se me ha hecho un nudo en la garganta y mis ojos se nublan ante tantas interrogantes e indiferencia.

Pero no paro y continuo meditando, ahora pienso en saber si es que esta bien guardar silencio ante las injusticias y maltratos. ¿Esta bien ir por el mundo sin mirar el maltrato a los que son mas débiles? ¿Esta bien teorizar sobre el derecho de todos los seres humanos, sin velar para que esto en verdad se practique? ¿Esta bien permitir la distinción de personas, simplemente porque no tengan igual color de piel? ¿Esta bien hacernos los ciegos y a la vez cómplices de acciones o personajes que van en detrimento de los mas pequeños?

Ahora pienso, en que si todo esto es así, entonces estamos viviendo en un mundo que esta “patas para arriba”. Me pongo de pie y empiezo a caminar y mientras lo hago voy pensando en que Dirá Cristo que tanto predico el amor a los demás y que denuncio las injusticias humanas…