Un angelito llamado Cupido, me pidió que hoy me vaya a dormir temprano y que cuando lo haga me acueste del lado correcto de la cama. De el lado, del que pueda soñar con los sueños que se hacen realidad, pues el se dio cuenta de que yo había tenido un día difícil, habiendo descubierto que la vida no siempre puede ser del color que uno la quisiera pintar. Me contó que esta noche no será larga, que mañana amanecerá un día nuevo, donde el amor bailará lento y suave, al ritmo de la música, nuestra música.
También, dijo que que en ese día especial donde todos andan por ahí, viendo que regalan para agradar a su otra mitad; yo solo piense en regalarte un ramillete de abrazos y un fino collar que este hecho de los mas lindos y tiernos besos. Me confesó, que en ese instante seria la ocasión mejor, para que mi boca le susurre a tu oído mi mas grande deseo, de que este sea tu mas bonito San Valentín. Luego de guardar silencio, el me miró con esa carita de niño travieso y solo me sonrió al alejarse.
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