“Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades”

(2 Tim 4,3)









sábado, 6 de febrero de 2010

Antología de cariñitos




Hoy amanecí con deseos de contar una a una tus lágrimas, porque pienso cambiarlas por igual cantidad de sonrisas. En mi mochila llevo mi botiquín, pues pienso curar tus alas para que puedas volver a volar y así jamas tengas que caer. Por eso vine a decirte que nada ni nadie en este mundo merece que tu carita se ponga triste y es que aunque tu no lo sepas tu sonrisa tiene el poder de eclipsar el sol de cualquier tristeza.

Quisiera, darte motivos para que vuelvas a soñar y todos los días del calendario, regalarte canciones que hablen de amor y de esperanza. Si aun así, decides alejarte te diré que te fijes bien en el lugar donde vas pisando, pues podrías aplastar mi corazón que tengo puesto a tus pies.