“Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades”

(2 Tim 4,3)









miércoles, 15 de junio de 2011

El insomnio, tu y mi reflexión


Sucedió la noche de aquel 5 de mayo,que mi sueño decidió escapar y mi cuerpo en la cama cual cómplice, se limitaba solo a rodar y rodar. Fue entonces, cuando entre una vuelta y otra, pensando en ti me puse a reflexionar y mil conclusiones pude sacar. Decidí darme cuenta, de que en verdad mereces que ese alguien que quieres, también te sepa querer. Por eso, quiero pedirte que cada vez que lo veas, tu cara sonría sin buscar mas motivo o razones. Quiero que en los días de lluvia, entre abrazos palomitas de maíz se junten a ver películas de tiernos romances.


Que los sueños de los dos, bailen juntos, entrelazados como la mas bella de las trenzas. Que las canciones y las flores, sean el lenguaje especial para decirse lo mucho que se quieran. Que su relación este cargada de emoción y detalles, sin importar el día del calendario que vivan. Que si alguna vez, tu corazón se ve rodeado de aguas muy turbulentas, el sepa edificar un puente para llegar de nuevo hasta el. Pero lo que mas anhelo es que sepa quererte en su justa medida y para toda una vida.



Después de tanto pensar y pensar, mis ojos por fin sucumbieron ante la presión que sobre ellos ejercía la avanzada y oscura noche. Quedándome dormido hasta ver llegar el silencioso amanecer.

jueves, 5 de mayo de 2011

El día en que tu y yo chocamos


Voy navegando, en los mares del calendario y descubro el preciso momento, en que el sol llegó y suplantó a la tierna pero solitaria noche. Todo esto sucedió, sin llanto ni gritos de dolor y fue justo allí, cuando nació el día en que tu te asomaste caminando, al balcón de mi mirada. Desde aquel entonces, mi corazón le arrebató a mis ojos el derecho de mirar y contemplar la armonía de tu sutil belleza.

Entonces, todo una sinfonía de latidos me invadió y llenó de música todo mi universo, que hasta ese instante estuvo compuesto solo de luces y sombras. Y el sonido de tu voz, hizo eco en las paredes de mis oídos y se convirtió en susurros,de esos que te estremecen todo el sistema de nervios.

Yo me sentí, mas dichoso que aquel joven que miraba con asombro y admiración, una obra de arte colgada en la pared de una pequeña galería. Mi dicha es mayor, pues en ti pude contemplar el mas bello arte que es real y que camina. Me di cuenta, que cada uno de tus pasos y cada gesto tuyo, es capaz de empapar los áridos desiertos de mi alma. Que tu voz pronunciando una sola palabra tuya, seria capaz de transformar cada espacio de mi realidad.

sábado, 22 de enero de 2011

Diario de un ladrón


El mundo da muchas vueltas y ahora ha dado un giro verdaderamente inesperado para mí, pues nunca imaginé que estaría preso como como ahora me encuentro. Estoy consciente, de que no es bueno tomar lo que no es mio, pero aun así no quiero maquillar las palabras y confesaré sin sin ninguna vacilación que me lo he robado en verdad. Dicho objeto posee un inmenso valor, quizás por este motivo, muchas veces llegué a dudar de que lo podría conseguir.

Ahora es de noche, yo recorro mi mente y me pongo a pensar, en como mi vida cambió a partir de aquel momento en el que convertí en ladrón. Desde ese instante, sentí que en el barrio donde vivo muchos me señalaban y murmuraban a mis espaldas. Al parecer, nunca imaginaron que yo podría ser capaz de cometer tal robo. A ellos les diré, que a nadie se le puede subestimar y que todo el que se propone una cosa a fuerza de empeño la puede lograr.


A pesar de que a algunos, esto le pueda molestar, no me arrepiento de nada de lo que hice y si tuviera el chance lo haría una vez mas sin vacilar. No es que me considere experto en este tipo de robos pero después de tanto estudiar la forma, ya por fin lo puede conseguir. A partir de ahora solo espero, poder vivir la vida me tocara vivir y que nadie quiera quitarme lo que con tanto esfuerzo me pude robar. Prometo, que lo cuidaré con recelo y que no dejaré que manos extrañas o malvadas lo puedan dañar. Hasta el punto de mi vida arriesgar, si fuese necesario para proteger dicho objeto de mi devoción.

La aguja del reloj gira y gira sin detenerse y cual vagabundo que recorre una oscura calle en busca de un lugar para pasar la noche, así una idea se mueve en mi mente y no me deja descansar; es que por haber cometido tal hazaña me convertí de un individuo común a ser el mas dichoso hombre de la tierra, pues ha "Ella" sin que se diera cuenta... su corazón le pude robar.